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El valor del canto como medio educativo (II). Fundamentos bíblicos.


En la Biblia existen numerosos principios para el desarrollo de una educación cristiana. Dios estableció pautas educativas en función de brindar a su pueblo una formación adecuada desde lo físico, mental y espiritual, con alcance eterno. El pensamiento de Elena G. de White sobre el valor del canto como medio educativo tiene su fundamento en estos preceptos. 

Principios bíblicos sobre educación 

2 Timoteo 3:14,15. La educación cristiana comienza en la niñez y abarca toda la vida del ser humano. 

1 Crónicas 25:6,7. Los padres son responsables de instruir a sus hijos en la adoración y la alabanza. 

Deuteronomio 32:46. El testimonio de los padres constituye un modelo educativo para los hijos.

Isaías 38:19. La labor educativa de los padres para con sus hijos incluye como uno de sus resultados la alabanza.  

1 Samuel 12:23. La oración intercesora debe acompañar la instrucción de lo bueno y lo recto.  

Deuteronomio 6:4-7. La repetición constante fija la enseñanza y promueve la acción.

1 Pedro 2:9. El pueblo de Dios está comisionado para enseñar el evangelio. 

Salmos 44:1. El ser humano es formado por las influencias familiares y sociales que le rodean.

Salmos 78:2-7. Cada generación tiene la responsabilidad de transmitir a la siguiente las maravillas y el poder de Dios. 

Colosenses 3:16. La enseñanza, la exhortación y la alabanza constituyen influencias educativas para nuestro prójimo. 

Potencialidades del canto para la educación

Los textos de los cantos cristianos portan enseñanzas que educan en relación con el modelo de vida que Dios desea para el hombre. Encierran relatos históricos sobre las maneras en que ha obrado por su pueblo y sus hijos. Instruyen en cuanto a su voluntad poniendo música a porciones bíblicas que portan mensajes medulares para la formación del carácter cristiano. Narran testimonios o comparten experiencias espirituales de determinadas personas. Exaltan el poder de Dios, su magnificencia, grandeza y demás cualidades y atributos.  Constituyen referentes de alabanza y adoración.  

A través de los textos se influye en la esfera cognitiva del ser humano, llegando a tener un conocimiento de Dios. Pero no queda solo en ese plano sino que frecuentemente alcanza la esfera afectiva cuando el hombre se halla identificado con el relato o mensaje del canto. Esta relación cognitiva-afectiva se manifiesta en la condición espiritual del hombre e imprime verdades espirituales en el corazón (White, 2008). De esta manera constituye un medio para fortalecer la fe.

Por su parte, la música de los cantos actúa en las emociones humanas. La disposición de los sonidos de una melodía en su relación con lo armónico y rítmico provoca sensaciones que devienen en comportamientos. Es capaz de transformar conductas y conducir al arrepentimiento. Interviene sobre el desánimo, el desaliento y la apatía. Renueva el gozo y produce armonía en las acciones (White, 2008).

La educación a través del canto

Los principios bíblicos sobre educación, aplicados al canto, posibilitan el desarrollo de una enseñanza de manera lúdica, creativa, dinámica y motivadora. Corresponde fundamentalmente a padres y maestros esta responsabilidad, llegando a beneficiarse ellos mismos al desarrollar la instrucción. Para esto además necesitan tener un conocimiento previo y vivencial de la música cristiana. O sea, deben estar preparados y ser capaces de manejar los saberes para influir de la manera más eficaz en el aprendizaje. Su ejemplo en cuanto a gusto y consumo musical, determina un ejemplo para los niños. Además, deben ser conscientes de que como proceso educativo, la enseñanza debe ser transmitida día tras día con paciencia, perseverancia y amor. 

Esta educación trasciende a la formación de adoradores. La alabanza a través de la música es una respuesta humana a la relación que se establece con Dios. El cúmulo de conocimientos cognitivos y afectivos se expresan por medio del canto y ocurren durante toda la vida del hombre. 

Diversas melodías cantadas constituyen oraciones musicales que acercan al adorador al trono de la gracia. En particular el Himnario Adventista registra un gran número de estos cantos utilizados tanto en momentos congregacionales como en tiempos personales de devoción.  

Por último es importante reconocer los espacios en que se desarrolla la educación a través del canto, implícitos en las citas bíblicas estudiadas. En primer lugar se halla el hogar, sitio donde el niño recibe las primeras influencias educativas; y, en segundo lugar la iglesia, institución donde existe una educación musical desde los departamentos infantiles y alcanza a toda  la congregación. 

Por otro lado están la escuela y la comunidad, espacios donde existe un mayor vínculo con influencias seculares. La primera se vale de programas curriculares para la enseñanza, intenciona los saberes basados en las ciencias pedagógicas. La segunda representa una porción de la sociedad en que vive cada persona y responde a las características propias de la cultura del país. La educación que se ejerce desde la comunidad es más compleja de dirigir porque no depende de padres o maestros sino que son impuestas por otros actores sociales como por ejemplo gustos individuales, programas culturales de determinadas instituciones así como políticas de gobiernos en respuestas a modelos sociales. 


Dios. (s/f). La Santa Biblia. Sociedades Bíblicas Unidas. Impreso en Colombia.  

White, E. G. de (2008). La música. Su                  influencia en la vida del cristiano.    Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana.


Comentarios

  1. Excelente y muy interesante. Definitivamente la música de adoración es un poderoso agente transformador del carácter y tiene un relevante papel en el proceso de la santificación. ¡A Dios gloria!

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